LECCIONES DE VIDA

LECCIONES DE VIDA

Adán y Eva expulsados del paraíso. Autor anónimo.

Capilla de San Juan Tepemasalco, Hidalgo (México) 

Rebeca López      KW 77      21-03-2020

En estos aciagos días, en los que el destino enviste con furia el alma de nuestra sociedad con la cornada mortal de la enfermedad, cuando nos vemos superados por la realidad y se descubre nuestra verdadera fragilidad, es cuando asistimos a la victoria de David sobre Goliat. El David representado en lo diminuto de un virus, en lo invisible, y lo insignificante transformado en un ser  poderoso  e invencible  ante el Goliat de la ciencia, el poder y la grandeza de territorios y naciones.

Nos creemos la sal de la Tierra, invencibles a todo lo que nos rodea, ensimismados en nuestro pequeño mundo globalizado donde la ciencia y la tecnología revolucionan los continentes y lo material se convierte en el dios moderno.  Nuestros objetivos son las riquezas, consumir, producir para satisfacer nuestras necesidades más superfluas. No importan los que se quedan atrás en el camino, no importa el dolor del otro, la angustia, la frustración…., lo importante es el triunfo personal y social a como dé lugar, el estatus, el club, el último coche, la última fiesta, la cuenta bancaria, la casa en la playa, la foto en Instagram, la imagen aunque sea de ficción.  Es el mundo artificial donde los índices económicos califican a las sociedades y a sus individuos y el número de likes encumbran a los influencers de plástico haciendo de sus vidas el espejo en el que nos debemos mirar si queremos ser admitidos en el establishment actual.

Evolucionamos, ¿pero es esta la España  que deseamos? Una sociedad paralizada en valores y  desprovista de deberes. Hemos eliminado el diálogo, el respeto, la lealtad, el trabajo, el esfuerzo, creyendo que todo nos es dado por derecho y no como consecuencia de la lucha y el sacrificio. No existen los códigos éticos, cívicos y, en especial, los religiosos. El cristianismo muestra  un código de respeto, de vida, de ayuda y de fe que necesita ser entendido y puesto en práctica si no queremos caer en la indiferencia y la relatividad.

El momento actual va a cambiar nuestra manera de vivir, de decidir, de sentir. Es necesario que el pueblo entienda y comprenda lo que realmente es importante para nuestra sociedad. La salud, la justicia, la familia, la educación,  la seguridad, los valores y la Fe deben ser los fundamentos en los que nos debemos apoyar desechando políticas y políticos que practican el odio, el enfrentamiento primando la ideología por encima de la vida.

Si no somos capaces de aprender de las lecciones de vida y cambiar lo que nos destruye como sociedad y nos mata como Nación, es que no habremos entendido nada y, por lo tanto, nos mereceremos todo lo que nos pase.