DIEZ AÑOS DESPUÉS,...
Mi niña, Victoria, se ha hecho mayor
todo este tiempo vivido lo recuerdo
con mucho dolor,
era un bebé, cuando por primera vez,
la
tomé con mis brazos,
siempre pendiente de su risa, sus besos
y sus amables abrazos.
¡Que se terminaba ella sola mis cuadernos!,
que fue el aliento, para cambiarme
de infiernos
y siempre me queda el hermoso tormento
que rememorar por ella, siempre juntos,
cada
vivido momento.
Los malditos terremotos fueron nuestra separación
siempre pensando en ti e ir a buscarte mi ilusión.
¡Juntos en Purias en la piscina!
Tu risa y que me besaras , siempre fue medicina
y esas lágrimas junto a tu abuela,
que no te deje ver,
cuando seas mayor,
las podrás comprender.
Y es que por el tiempo vivido
llevo tu nombre, en mi brazo, imprimido,
Aunque el tatuaje superlativamente serio,
lo llevo en el corazón,
¡Tanta vida me diste, que ahora
a veces, pierdo la razón!.
Te recordaré de por vida:
tu no lo sabes todavía, soy un suicida sin salida,
¡Cada vez que una línea te escribo,
encuentro al recordarte, un amor agresivo!.
Esa sinceridad,
con la que me enseñaste a hablar, escribir y pensar.
gracias,
mi amor,
mi vida,
mi corazón!
te escribo, otro poema, diez años después,
y te digo, mi niña, siempre a tus pies.
Jose María
García Bermejo
23 de Septiempre 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario